Judit Mateu, autora del libro Sobrevivir en la mente o vivir en el corazón (Ed. Hakabooks, 2023), con una experiencia profesional de 27 años en el mundo corporativo liderando equipos de alto rendimiento, actualmente es formadora, ponente y terapeuta psico-corporal y energética, especializada en gestión emocional, conciencia y alquimia corporal, diálogo con el inconsciente y sanación del trauma. En este artículo nos cuenta la importancia de actualizar nuestro “PersonalGPT”, es decir, actualizar la información que reside en nuestro cerebro y para esto nos propone sanar nuestras experiencias dolorosas y traumáticas que todavía se alojan en nuestro corazón y en nuestro cuerpo para poder transformar y actualizar la información que maneja nuestro cerebro con el objetivo que nuestra toma de decisiones sea la más adecuada y óptima posible en nuestra vida presente, tanto en lo personal como en lo profesional:
Me gusta imaginarme mi cerebro como un ChatGPT, a quien le voy a llamar “PersonalGPT”. El ChatGPT o cualquier sistema de IA (Inteligencia Artificial) solamente puede darnos respuestas y soluciones óptimas y correctas si lo alimentamos con suficiente información y además esta información es válida, consistente y actualizada. ¿Qué pasaría si trabajáramos con una IA que solo tuviera cargada la información disponible hasta el año 2000? Pues que nos daría soluciones y respuestas, a problemas y situaciones actuales, como resultado de analizar y procesar información y datos antiguos y seguramente caducos. Por lo tanto, las decisiones que tomaríamos no serían, ni de largo, las más óptimas posibles para resolver de la manera más inteligente, precisa, eficaz, rentable, segura, confiable y creativa, la situación presente ¡Pues esto mismo le ocurre a nuestro cerebro, a nuestro “PersonalGPT”! El cerebro funciona como la IA, su capacidad para dar respuestas acertadas estará condicionada por la cantidad, calidad y veracidad de la información que tiene y que le hemos suministrado a lo largo de nuestra vida.
Como cuento en mi primer libro, es sabido que el cerebro es un órgano que regula las funciones vitales del cuerpo pero no es tan conocido que el cerebro está muy influenciado por la información que le llega de todo el cuerpo, de todo el organismo, como ya han validado recientes estudios neurocientíficos de prestigiosas universidades. Me imagino el cerebro como el “cuadro de mandos” de un vehículo (nuestro cuerpo) desde donde se decide qué y cómo pensar, sentir y actuar en función de la información que capta de todo el organismo (de nuestro interior) y del entorno (del exterior). También es sabido que, si bien nuestro cerebro funciona como un sistema entrelazado e interdependiente, existen diferentes áreas en él, cada una con su función y razón de ser. Estas áreas del cerebro son varias, que voy a resumir y englobar en dos: la parte del cerebro más superficial y moderna, el neocórtex, más racional, importante a la hora de pensar, reflexionar, decidir y crear, y la parte del cerebro más profunda, el cerebro subcortical, más emocional y enfocada a la supervivencia. Este cerebro subcortical es el que se activa cuando nuestro cerebro recibe inputs internos (de nuestro organismo) o externos (de nuestro entorno) que nos hacen sentir inseguros, en desconfianza, en malestar y en supuesto peligro. La activación del cerebro subcortical conlleva la desactivación de las áreas de nuestro cerebro neocortical, pues nuestro cuerpo es sabio y en caso de peligro, concentra y focaliza toda su energía en esta zona del cerebro que se ocupa de la supervivencia y que es la encargada de sacarnos de este supuesto peligro. Digo supuesto peligro porqué muchas veces, o la mayoría de las veces, es un peligro solamente mental, que nos imaginamos o pensamos al no tener actualizada la información que procesa nuestro cerebro (nuestro “PersonalGPT”) ante una situación presente. ¡Cuántos disgustos y malestares nos ahorraríamos si tuviéramos actualizada la información que procesa nuestro cerebro!
A diferencia del cerebro, la mente es una entidad más abstracta, es un conjunto de procesos que emergen del cerebro y es única en cada individuo. Dividido nuestro cerebro en dos grandes zonas, la mente consciente sería la que emerge de nuestro cerebro neocortical (más superficial) y la mente inconsciente la que emerge de nuestro cerebro subcortical (más profunda y de más difícil acceso). La mente consciente es la encargada de pensar y reflexionar, de asociar e integrar nuestras percepciones para la toma de decisiones. La mente inconsciente alberga, sin ser conscientes de ello, todo lo que no queremos recordar por diferentes motivos, y además, como apunta John Dylan Haynes de la Universidad de Berlín y es conocido desde el neuromárketing, influye y condiciona la mente consciente, encargada de nuestra toma de decisiones. La información que tenemos guardada y que vamos almacenando en esta mente inconsciente va a influir y condicionar la manera en que nuestro cerebro en su totalidad irá procesando y nuestro cerebro neocortical irá tomando decisiones.
Si nuestra mente inconsciente condiciona nuestra mente consciente y justamente procesa información que no recordamos y se ubica en la zona del cerebro subcortical, la más profunda y de difícil acceso…¿Qué información utiliza nuestro cerebro para la toma de decisiones?¿Cómo podemos acceder a esta información para conocerla y actualizar así nuestro “PersonalGPT”? Si no conocemos la información que en su momento guardamos en el “trastero” de nuestra mente (nuestro inconsciente), no somos conocedores de la información en la que basamos nuestra toma de decisiones y por lo tanto nuestras decisiones no serán nunca las más óptimas.
Permanentemente estamos tomando decisiones en nuestra vida presente con información almacenada en nuestro inconsciente desde nuestro nacimiento (o la que supuestamente podemos captar durante la gestación, antes de nacer) y por lo tanto seguramente caduca y distorsionada. La información, en forma de emociones, creencias y formas pensamiento, que hemos ido guardando en nuestra mente inconsciente, fue útil en el momento en que se generó, como resultado de las experiencias vividas, y nos sirvió para sobrevivir a estas experiencias vividas, seguramente difíciles y dolorosas, por esto las guardamos en este “trastero” de nuestra casa (nuestro cuerpo) -para no sufrir- y esto fue inteligente. Lo que fue inteligente en el pasado para sobrevivir no es inteligente en el presente para vivir, tanto en nuestra toma de decisiones en lo personal como en lo profesional, y menos si nuestras decisiones tienen un gran impacto sobre nuestros hijos, sobre un numeroso grupo de personas, sean alumnos o empleados, o sobre una importante cuenta de resultados como ocurre en los centros escolares, universidades o en grandes organizaciones.
Hay empresas que protegen su información y se construyen su propio ChatGPT. Sus empleados tienen acceso a un “CompanyGPT”, es decir, filtran y cuidan la información que puede llegar a éste para que los empleados manejen y procesen información válida, correcta y sobre todo, actualizada y de valor, para desarrollarse profesionalmente y tomar decisiones de la manera más óptima posible con el objetivo de aumentar la rentabilidad, productividad y sobre todo los resultados esperados en la organización.
Nosotros también tenemos que ser capaces de filtrar la información que llega a nuestro cerebro, a nuestro “PersonalGPT” y actualizarla. Esto será posible si antes podemos observar a este cerebro, conocer la información que hemos almacenado en nuestra mente inconsciente, discernir si la información que tiene es útil, nos genera bienestar, seguridad y confianza, y ver lo que nos sirve ahora en el presente y lo que no. Necesitamos conocer y transformar la información que tiene nuestro cerebro subcortical (nuestra mente inconsciente) para actualizarla y poder así generar las condiciones necesarias para que nuestra toma de decisiones nos genere la calma, la tranquilidad y el bienestar necesarios para que nos podamos desarrollar y liderar nuestra vida de la manera más óptima y creativa posible tanto a nivel personal como profesional.
Para conocer esta información que reside en nuestra mente inconsciente, en la zona más profunda de nuestro cerebro, necesitamos ir al cuerpo. Si nuestra mente emerge del cerebro y nuestro cerebro está en el cuerpo, para conocer nuestra mente inconsciente necesitamos visitar al cuerpo. Necesitamos aprender a rehabitar el cuerpo, para poder acceder a nuestra mente inconsciente, a estas emociones, creencias y formas pensamiento del pasado, que nos limitan, condicionan y no nos sirven en el presente. Para pensar, sentir, actuar y desarrollarnos de la manera más óptima posible en el presente necesitamos información nueva. ¿Cómo introducimos información actualizada o transformamos la información vieja y caduca que reside en nuestra mente inconsciente y que tanto condiciona las decisiones que procesa nuestro cerebro en el presente? La información que acostumbramos a esconder en nuestra mente inconsciente se creó fruto de algún malestar, de algún dolor emocional que en su momento, cuando lo vivimos, lo sentimos en nuestro corazón. Es por esto que nuestra mente inconsciente, y por lo tanto nuestro cerebro, decide no volver al cuerpo por qué todavía procesa las decisiones con la información antigua, caduca y del pasado cuando en el cuerpo sentimos malestar y en el corazón sentimos emociones dolorosas que no pudimos sostener (básicamente porque nos sentíamos solos).
Mi propuesta es hacer algo diferente que no hemos hecho nunca, porque si seguimos haciendo lo mismo y no nos sirve lo que hemos hecho hasta el momento, no vamos a poder crear una nueva realidad. Mi propuesta es volver a visitar nuestro corazón y nuestro cuerpo para volver a visitar estas experiencias y emociones dolorosas que no pudieron ser procesadas de manera correcta y sana por el cuerpo y por lo tanto quedaron bloqueadas y encapsuladas en nuestro cerebro subcortical, nuestra mente inconsciente. De esta manera, vamos a conocer lo que fuera que ocurriera en el pasado, para identificarlo, escucharlo, verlo, reconocerlo, liberarlo (de la mente inconsciente) y sostenerlo de la manera más compasiva posible para poderlo transformar, sanar, acogerlo y llevarlo a nuestra mente consciente. En definitiva, reapropiarnos de lo que ya era nuestro, de nuestras propias experiencias (a pesar de ser dolorosas), de nuestra propia vida, pero ahora de forma consciente. De esta manera, nuestro cerebro no va a disponer de información nueva (pues esta información ya existía en nuestra mente inconsciente), pero sí que nuestro cerebro va a procesar mejor esta información porqué la habremos colocado en el lugar que le corresponde (en el pasado) y por lo tanto nuestro “PersonalGPT” no la va a utilizar ni a tener en cuenta en el proceso de nuestra toma de decisiones en el presente, generando así decisiones muchísimo más óptimas pues no estarán condicionadas ni distorsionadas por percepciones, creencias, emociones y formas pensamientos originados en el pasado, sin ninguna utilidad en el presente.
Aunque creamos que tomamos buenas u óptimas decisiones, nunca podremos saber el coste de oportunidad que supone no deshacernos de información del pasado que no conocemos, pero que nos condiciona y mucho y no nos es de utilidad para gestionar y liderar nuestro presente ni nos ayuda a visualizar ni materializar nuestro máximo potencial como seres humanos.
Si te apetece profundizar en este tema, en mi libro Sobrevivir en la mente o vivir en el corazón encontrarás más información sobre cómo la gestión emocional, la conciencia corporal, el diálogo con el inconsciente, el reaprender a habitar tu cuerpo y a “vivir en tu corazón” te ayuda a recuperar tu bienestar físico, emocional, mental, energético y espiritual, para poder sostener mejor momentos difíciles en tu vida, para poder tomar mejores decisiones, para poder gestionar mejor el estrés y la incertidumbre, para poder comunicarte mejor, para estar más disponible para los demás (sobre todo si eres un cuidador a cargo de personas y pacientes, si eres docente a cargo de jóvenes y adolescentes, si eres un directivo a cargo de equipos o grandes organizaciones, etc…). En definitiva, para recuperar tu poder, tu fuerza y tu energía vital y poder así co-crear y liderar mejor tu vida, tanto personal como profesional. Aquí encontrarás mis datos de contacto para sesiones individuales y más información sobre la programación de mis talleres, seminarios, y masterclass gratuitas, así como las sesiones grupales de relajación, armonización, conciencia y alquimia corporal “Volver al cuerpo y al corazón” y las formaciones sobre “Bienestar docente” y “Bienestar en las organizaciones”.